De querer estar o ser. Sólo silencio. Hay temas que me parecen salidos de un ave mareada que hace como que quiere volar: el futuro, el futuro, ¿por qué parece tan importante? El mío pues, para otros. Yo voy improvisando, sin objetivo, sin rumbo y mientras esto va así me encuentro serena y feliz. Cuando me preguntan, ¿con quién?, ¿a qué vas? No entiendo.
¿Para qué poner un dedo sobre las hojas de un árbol y decir que son verdes, o no lo son? ¿Para qué repetirlo? Es que poco me importa. Quizá he perdido esa espiritualidad que proponen: "Es maravilloso escuchar a otro ser humano". A veces uno tiene derecho a mandar a la mierda todo y las cosas están bien.
La paz es la cosa más agradable que tuve en esos meses grises y cuando la percibo me uno a ella. La soledad, bendita.
Aunque de vez en cuando me encuentro con alguien que al hablar no le pesan las palabras. Entonces interrumpir el silencio por tu música o por tus silencios se siente bien.
0 comentarios:
Publicar un comentario