Me gusta que las cosas feas se vuelvan evidentes. Algún día, ¡algún día! Más cosas horrendas caerán para volverse chistes. Por ejemplo, los vestidos horribles de las quinceañeras y sus rizos duros.
El abuso del animal print, la herrería que intenta imitar la época victoriana. Están también las uñas postizas, las fotografías en el baño, los pupilentes. Todo eso y más.
Por un futuro menos feo, ¡por tu familia!
viernes, noviembre 29, 2013
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario